© sinergias creativas, Laurent Bailly
Plante temprano para obtener cosechas generosas
Ya en la primera semana de enero teníamos en la mente ensaladas caprese, “erizos de aperitivo” y bruschetta. Fue entonces cuando empezamos a plantar tomates en nuestros invernaderos. Esta etapa da inicio a una temporada de crecimiento que dura hasta finales de noviembre.
¿Por qué tan temprano? "Para que las plantas crezcan fuertes y las cosechas sean abundantes en verano", explica Ana-Maria Costea, responsable del cultivo del tomate. El pico de producción se da a finales de mayo o principios de junio. Pero a partir de mediados de marzo, los primeros frutos están ahí, tan sabrosos como en pleno verano.
Producción que satisface una fuerte demanda
A los suizos les encantan los tomates. Con un consumo de casi 10 kg por persona al año, se encuentran entre las verduras más populares. Aunque la demanda aumenta en verano, se mantiene presente durante todo el año.
"Al cultivar sobre sustrato en invernadero, creamos las condiciones ideales para los tomates, lo que nos permite cosecharlos durante más de ocho meses al año", destaca Julien Stoll, director de producción. Es una forma concreta de responder al apetito suizo por los tomates, sin comprometer el origen ni la frescura.
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Diversidad y sabores
En Stoll Frères, los tomates son una cuestión de pasión. Casi 15% de tomates suizos vendidos en nuestro país proceden de nuestros invernaderos. Redondas, en racimo, cereza, rojas, amarillas… cultivamos una amplia variedad. Se comercializan bajo las marcas Swiss Red y Coop Primagusto, entre otras.
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Para los más gourmets, también ofrecemos los tomates morados YOOM®, de la marca ArteGusto, que hemos creado en colaboración con otros horticultores que, como nosotros, comparten el gusto por las cosas buenas.
De marzo a noviembre, nuestros tomates acompañan todos los platos y todos los deseos, con la calidad que esperamos de un producto local.