Entrevista con Marlene Ferreira, jefa de gestión de invernaderos

A lo largo del año, les invitamos a descubrir a las mujeres y los hombres que dedican su energía y experiencia a nuestra granja. Hoy les presentamos a Marlene Ferreira.

© sinergias creativas, Laurent Bailly

Una partida de unos meses… que se convirtió en una nueva vida.

Originaria de Portugal, Marlene llegó a Suiza hace 13 años cuando su tío, que trabajaba con nosotros, le ofreció un trabajo de temporada. En aquel entonces tenía veintitantos años y lo vio como una oportunidad para vivir una nueva experiencia durante ocho meses en un país que aún no conocía.

Muy pronto destacó por su seriedad y curiosidad; entonces le ofrecimos alojamiento. Dejando la habitación que le prestaba su tío, se mudó a su propia vivienda y comenzó a construir su vida aquí.

Desde el trabajo de un obrero de fábrica hasta el de un gerente

Desde el principio, Marlene se esforzó por comprenderlo todo. «Hacía muchas preguntas, aunque todavía no hablaba francés con fluidez. Mis jefes fueron estupendos; me dieron explicaciones y me confiaron diversas tareas», explica. Así, tras comenzar con la cosecha de tomates, aprendió sobre la introducción de abejorros para la polinización, la poda de ramos para seleccionar las mejores flores e incluso los controles de calidad antes del envío. Después, poco a poco, dividiendo su tiempo entre el invernadero y la oficina, aprendió a gestionar los pedidos de equipos y las horas de trabajo.

Hace tres años, la nombramos para un puesto clave: gerente de invernaderos. Reportando al gerente de producción, planifica y supervisa la actividad de más de 100 personas en nuestros seis grandes invernaderos donde se cultivan tomates, berenjenas y pepinos.

Anticipa, organiza, mantente cerca

Planificar el trabajo es un ejercicio de equilibrio. Los cultivos cambian con las estaciones, las necesidades varían semanalmente y hay que asegurarse de que el personal adecuado esté en el lugar adecuado. Marlene elabora los cronogramas con mucha antelación para prever las necesidades de personal y equipo, sin dejar de estar preparada para adaptarse.

Pero su función no se limita a la oficina. Todos los días recorre los invernaderos, habla con los responsables de las instalaciones y se toma el tiempo necesario para conversar con los equipos y ver de primera mano cómo transcurre el día a día de las personas que trabajan en el campo.

Trabajar duro y en equipo con buen ánimo

Lo que más valora Marlene son las situaciones en las que hay que reaccionar con rapidez, encontrar soluciones y que todos colaboren con entusiasmo. Como este verano, cuando hubo que limpiar urgentemente un invernadero de túnel de plástico para la siembra. mini pepinosAunque al principio pensó que se enfrentaba a una misión imposible, finalmente reorganizó los horarios, movilizó un equipo e inyectó su energía contagiosa. «Hago mucho ruido para destacar a las personas comprometidas», confiesa. «Y ver a la gente unida y sonriente a pesar de la presión es una recompensa maravillosa».

Un proyecto de construcción y una nueva temporada por delante

Con el fin de la temporada, la cosecha terminada y la limpieza en marcha, ya se vislumbra un nuevo reto: la renovación integral de uno de nuestros invernaderos, que durará ocho semanas. Marlene será nuestra persona de contacto en el lugar y coordinará el apoyo del personal del invernadero para los trabajos relacionados.

En cuanto a la próxima temporada de cultivo de hortalizas, está encantada de poder contar plenamente con su nueva mano derecha, Marcia Lopes, una colaboradora prometedora a quien, a su vez, le ha transmitido sus conocimientos.

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